ROSARIO POR SANTA MARTA

Por: Jairo Arturo Fontalvo Sarmiento.

Desde lo más alto de la Sierra Nevada, nace el agua bendita que desemboca en el mar infinito. El amor de Dios acaricia cariñosamente a los paisajes samarios, para enamorar con su belleza a los turistas que llegan a Santa Marta.

Con la bendición recibida por las aguas cristalinas del mar de ensueño, desearía realizar una procesión desde Mamatoco hasta la Carrera primera, donde la Iglesia San Jerónimo sea la primera testigo de nuestras oraciones.

Con fe y esperanza, invitaría a todos los samarios a rezar vigorosamente un Rosario hasta llegar al Camellón.

El primer Misterio lo ofreceríamos en la Quinta de San Pedro Alejandrino, para que su historia siga contribuyendo al progreso de la ciudad. Allí imploramos por el alma de Bolívar para que su ejemplo de lucha y unidad sea un referente sagrado de la ciudadanía y la institucionalidad.

Siguiendo por la Avenida del Libertador, el segundo Misterio lo rezaríamos en la entrada al barrio Bastidas, para que las problemáticas de sus habitantes sean escuchadas y resueltas por las autoridades. No es posible que este territorio, el cual lleva el nombre del fundador de Santa Marta, siga padeciendo pobreza y miseria por causa de la corrupción promotora de desigualdad social.

El tercer Misterio lo imploraríamos en el Mercado, para que Dios ilumine de fe y coraje a todos los comerciantes que directa o indirectamente, han sufrido consecuencias negativas por causa de la Pandemia. Igualmente, le damos gracias por ese lugar que constituye la fuente principal de nuestra alimentación.

El cuarto Misterio lo invocaríamos en la Alcaldía de Santa Marta, para que el Espíritu Santo ilumine de mucha sabiduría a nuestra Alcaldesa y todos sus funcionarios, pues de ellos también depende el bienestar de los samarios. Rogamos para que el mar de sus decisiones promueva las olas de la justicia e igualdad y nunca se desvíen a la orilla oscura de los intereses particulares.

El quinto y último Misterio lo rezaríamos en el Camellón, para que nos subamos al barco amoroso del Señor y sea Él dirigiéndonos al Puerto de la felicidad. El Morro será testigo de nuestra profunda oración en la bahía más hermosa de América.

Nos regresamos un poco y terminamos con un Dios te salve en la Catedral. Allí pedimos la intercesión de nuestra patrona de Santa Marta para que nos defienda de los peligros y maldades que ocurren injustamente en nuestro terruño. Igualmente, nos ilumine con el arco iris de la fe para sentir en nuestros corazones los colores de la paz, la salud y la esperanza.

En estos tiempos de crisis, invito a los samarios a contemplar el paisaje maravilloso de Dios, donde las montañas acarician fervorosamente la palabra del evangelio, los ríos besan de oraciones a la tierra para que surjan cosechas de amor, y las aves presagian en el viento la lluvia de su misericordia.

Quiero terminar con un verso que le saqué a Santa Marta en la canción titulada Histórica Ciudad:

Tienes el orgullo de ese mar,

Brillas por el sol que te da vida,

Reliquia del arte colonia,l

Y por siempre serás bendecida.